En el colegio marianistas de Zaragoza cada viernes cambian el balón, las carreras y los cromos por tableros y piezas de ajedrez. Más de 100 alumnos de Primaria compiten entre ellos y enfrentan sus torres, sus caballos, sus alfiles en un torneo semanal nada cruento y muy muy divertido.
Todos los viernes al sonar el timbre que anuncia el recreo, una docena de alumnos de 6ª colocan más de 80 tableros de ajedrez en el suelo del Pabellón de Primaria. La semana pasada estos mismos alumnos se llevaron el tercer premio en su categoría en el “II Encuentro de ajedrez a la escuela” que reunió a más de 1000 alumnos aragoneses sentados frente los cuadros blancos y negros en Cariñena. Y ahora, cada semana, se encargan de organizar una macro partida simultánea para sus compañeros más pequeños de Primaria.
No es la imagen que uno tendría de una partida de ajedrez. Los alumnos jalean las jugadas, lanzan gritos de admiración, protestan… se revuelven nerviosos en el suelo mientras su contrincante prepara su siguiente movimiento. Los “espectadores” van de una partida a otra saltando entre los tableros, los cojines desperdigados por el suelo y los jugadores…
Izan se acerca para pedirle ayuda al profesor ante una duda en una jugada… “¿No puedes resolverla tú? Sí, profe, pero son muy cabezotas”. Para Izan los torneos de los viernes “son una buena forma de ayudar a los niños que aún no saben jugar tan bien al ajedrez… y aunque no lo parezca es un deporte mental” “Además, El ajedrez me ha enseñado a pensar más rápido … y nos hace sentir… como más listos”
Aprenden unos de otros, se organizan, comentan las jugadas y vuelven emocionados a las aulas tras pasar todo el recreo inmerso en el mundo del ajedrez… Para Inés el ajedrez es una actividad genial porque “te hace pensar mucho en cada estrategia, puedes conocer gente que tiene el mismo gusto que tú y es una forma estupenda de pasar el recreo” “Los viernes en el cole -explica- tenemos la oportunidad de organizar un torneo para los niños más pequeños que no pueden acudir aún a torneos oficiales y los de sexto nos sentimos como muy mayores preparándolo todo para ellos.
Tumbados en el suelo a la puerta de la Biblioteca Escolar un centenar de alumnos se empeñan en demostrar que el ajedrez es divertido y “engancha”. Nadie diría que es una actividad sedentaria o aburrida. Ninguno de esos niños y niñas cambiaría este rato de recreo por ninguna otra actividad. Hay vida más allá del balón y los patios de cemento. Hay tiempo para todo y en este cole los viernes son… viernes de ajedrez.
Artículo publicado en el Heraldo de Aragón Escolar el 3 de abril de 2019 por Jose Luis Trivez