Si hay un lugar bonito en nuestro colegio, es el aula Elmer. El sitio especial de nuestras niñas y niños con TEA. Y, como nos gusta hacer cada Navidad, compartimos con ellos y sus familias un ratito de merienda y juego.
Las familias de los alumnos y alumnas con trastorno del espectro autista que llenan las tres aulas preferentes que tenemos en el centro preparan cosas ricas, dulces y saladas, que, con ayuda de las profesoras, disponen en las mesas del aula Elmer.
Es una tarde muy especial que los niños y niños esperan con ilusión, donde las familias tienen la oportunidad de conocerse entre sí, a los compañeros de sus hijos y poner cara a sus profesoras.
Terminamos la tarde con una dinámica muy bonita preparad por las coordinadoras del aula, en la que cada familiar podía coger un corazón del tronco de un árbol de Navidad y charlar un ratito con la persona cuyo nombre apareciera escrito.
Una vez más – y como cada día – nuestros niños y niñas con TEA compartieron con nosotros la gran cantidad de cualidades que tienen, tan auténticas como valiosas, con la generosidad que les caracteriza…