La quinta sesión del ciclo de charlas «Pensar la Educación CONTIGO» nos llevó al futuro, para preguntarnos qué dirección lleva la educación y si queremos reconducirla. José Antonio Marina nos lo dejó muy claro, queda poco tiempo para ver grandes cambios, pero aún estamos a tiempo de reconducir la educación para formar personas capaces de discernir, preparadas para afrontar un mundo que no conocemos y que deberán explorar por sí mismos nuestros jóvenes, con las herramientas que les hayamos proporcionado. Marina hacía una serie de valoraciones sobre el futuro de la Inteligencia Artificial y su impacto en la educación.
Queremos personas que sepan tomar bien las decisiones, pero en el futuro, ¿quién va a tomar las decisiones? ¿La Inteligencia Artificial o la persona? Sí en las decisiones sólo nos quedamos con los datos, está claro que será la máquina, porque es la que procesa mejor la información, pero si nos quedamos con los valores, necesitamos lo humano, pero lo humano con una formación ética y en valores sólida.
La Inteligencia Artificial ya es capaz de aprender, de enseñarse a sí misma a base de iteraciones. Sin embargo, la única especie que educa a sus crías, que les transmite la experiencia de la historia vivida es el ser humano. Por eso la educación ha de poner el foco en la transmisión de experiencia, sin olvidar la transmisión de conocimientos, necesarios también para desarrollar la inteligencia y tener los elementos para hacer desarrollos más complejos.
Marina apuntaba a la educación como causa de los grandes conflictos de la humanidad y ofrecía tres «diques» que hay que trabajar para prevenir el torrente de la agresividad: la compasión, los sistemas morales y el sistema de protección institucional. En las grandes crisis mundiales caen las tres preseas. Cuando olvidamos la compasión, fallan la moral y depende todo de la ley que no puede contener ciertas acciones.
Finalmente nos habló de que los términos enseñar y aprender deberían ser sinónimos, pero de hecho no lo son. Nos encontramos muchas veces en un escenario en que nosotros enseñamos, pero los alumnos no aprenden, por tanto, hay algo que no funciona en nuestra manera de enseñar.
