¿Es posible convertir el ruido de nuestra vida, este conjunto de actividad incesante, de prisas y estímulos ininterrumpidos en algo unificado, comprensible, profundo, armonioso? Nosotros creemos que sí. Eso han estado intentando trabajar 100 alumnos de 1º de bachillerato la semana del 22 al 26 de octubre en Tarazona. “Vivir en otra clave” era el lema.
Esa clave que nos ayuda a leer e interpretar la partitura, esa clave que nos deja abrir la taquilla o acceder a nuestra información más valiosa, es Dios. Dios es quien puede unificar y dar armonía a todo lo que vivimos. Dios que está en nosotros, en los demás y en el mundo. Por eso hemos dedicado tiempo a encontrarnos con nosotros mismos, con los demás y con Él. Ojalá den fruto a su tiempo en esas 100 vidas