El martes 4 de diciembre, un grupo de chicos y chicas de catecumenado de confirmación 2º de bachillerato se han acercado al lugar en el que arraigan las raíces cristianas de nuestra ciudad: La basílica de Santa Engracia.
No solemos pensar en que en los cimientos de la Iglesia de cualquier lugar se encuentran la experiencia y la vida entregada de los mártires. Ha sido muy emocionante leer el testimonio de cristianos que todavía hoy, diecisiete siglos después, se juegan la vida por el simple hecho de confesar su fe en Jesús.
Pero la fe no vive de recuerdos. Santa Engracia es una parroquia viva llena de actividad y de compromiso. Lugar de celebración de los sacramentos, de oración casi ininterrumpida, de servicio a los pobres y de anuncio del evangelio a través de la catequesis.
Santiago y Pedro, sacerdotes de la parroquia nos han acogido en este lugar tan importante para los zaragozanos y nos han mostrado, no sólo con palabras sino con su ejemplo, que es una parroquia viva que sale al mundo para anunciar el evangelio y comprometerse en mejorar la vida de la gente