Acaba de empezar la Cuaresma. El rito que marca el inicio de este periodo litúrgico católico es la imposición de la ceniza, que se obtiene de la incineración de las ramas de olivo bendecidas del Domingo de Ramos del año anterior.
En el colegio queremos transmitir a los alumnos la importancia de este periodo de introspección que supone la Cuaresma: son cuarenta días para mirar en nuestro interior, para purificarnos, para arrepentirnos… En definitiva, un tiempo de preparación para la Pascua que iniciamos con la imposición de la ceniza en todas las etapas educativas de nuestro centro, y también con las familias que lo desean.
Los más pequeños, nuestros niños y niñas de Infantil, comprenden la importancia de purificarse durante la Cuaresma mediante un bonito acto en el que dibujan aquello que les pesa o les desagrada, arrugan ese trocito de papel y lo tiran en una papelera. Después cantan y dejan que la luz de Jesús llene su corazón, representada en unas velas.
En secundaria el periodo de Cuaresma tiene un carácter especial: el Camino de Santiago que los chicos y chicas van a emprender dentro de unos días les brinda la ocasión perfecta para llevar a cabo la introspección y reflexión necesarias ante la llegada de la Pascua; y qué mejor forma de hacerlo que en contacto con la naturaleza.
Con este propósito acuden a la iglesia donde se realiza el ritual de la imposición de la ceniza que marca el inicio de este periodo.
Las familias también tienen la oportunidad de compartir el rito de la ceniza en una breve, pero emotiva ceremonia que celebramos en el oratorio.
“La Cuaresma es el tiempo para cambiar de rumbo, para reaccionar ante el mal y la miseria”
Papa Francisco