La despedida de los alumnos de 2º de Bachillerato es un momento muy emocionante en la vida del colegio. Es una promoción que nos deja, y lleven los años que lleven con nosotros, son alumnos nuestros y esta es y será su casa siempre. Lo vivimos desde la celebración de todo lo vivido y el deseo de que les vaya bonito. Pueden volver cuando quieran, nosotros seguiremos aquí…
Queridos alumnos, alumnas, familias y compañeros:
Ya ha llegado este día y no por esperado, es menos emocionante. Vuestra vida en el cole toca a su fin… de momento… y cuando algo se cierra, es inevitable echar la vista atrás y ver lo que uno deja… pero permitidme que yo, no por visionaria, sino por edad, eche también la vista hacia adelante y os avance un poco, sin hacer mucho spoiler, lo que os espera…
Y ahora lo que os espera es salir de aquí, desplegar las alas y volar, y no porque aquí no os hayamos dejado hacerlo sino porque el colegio, al igual que vuestras familias, hemos dedicado tiempo y cuidado no sólo a posibilitaros que os crecieran esas alas sino también que tuvieráis raíces.
Quizás ahora no seáis muy conscientes, o sí, pero vuestros padres, vuestros abuelos, vuestros hermanos son raíz, su amor, sus cuidados, sus desvelos os han sostenido y os sostendrán en el futuro por muy lejos que estéis. Los amigos, las amigas que habéis hecho durante estos años también son raíz. Qué importantes son las relaciones que establecemos en nuestra infancia y adolescencia, algunas además duran toda la vida y nos permiten salir de nuestro yo y abrirnos al misterio que es el otro. La amistad es una raíz que nos alimenta y nos permite seguir creciendo. El colegio y las personas que lo habitamos también somos raiz. A pesar de las veces que nos podamos haber equivocado, siempre habéis sido lo más importante, el foco de nuestro trabajo, la medida de nuestra vocación y esa mirada de respeto y a la vez de afecto que hemos posado en vosotros quiero pensar que os ha dado estabilidad. Y por supuesto no me quiero dejar la fe, que también es raíz. Esa apertura a la trascendencia en la que os hemos intentado educar y acompañar nutre y sostiene en la vida.
Pero como os decía, ahora toca volar y eso no implica necesariamente salir de casa, o de la ciudad. Volar supone abrirse a la vida, a nuevas experiencias, a nuevos retos, supone equivocarse y acertar, ser amado de otro modo y sufrir algún que otro desengaño, supone seguir aprendiendo, seguir emocionándose… es un viaje en el que estarán los compañeros de camino de siempre, y otros nuevos, supondrá pasar por momentos de un sol increíble y otros en los que no para de llover. Imagino que con esta imagen, a muchos os viene a la cabeza el viaje a Italia y es que la vida tiene un mucho de viaje así que permitidme alguna sugerencia:
Asun Utande. Directora General
- Procurad buscar y tener horizonte en este viaje, dadle un sentido a vuestra vida. Vuestros sueños, vuestros valores os ayudarán en esta tarea. Una tarea importante porque como dice Frankl “quien tiene un porqué para vivir encontrará casi siempre el cómo”. Así que no dejéis de buscar los porqués que los comos vendrán por añadidura.
- Tampoco dejéis de mirar y admirar a vuestro alrededor, de elevar la mirada y buscar lo bueno, lo bello y lo verdadero porque es alimento para el alma y además, como decía Santo Tomás, conduce a Dios.
- No os olvidéis de ser agradecidos por todo lo recibido, por todo lo que se os ha regalado y se os regalará. Recibid las cosas con la actitud agradecida del que no se siente merecedor del todo y prefiere la gratitud a la exigencia y “ojalá deis gratis lo que gratis habéis recibido”.
- Y como habéis recibido mucho y sabéis que todo don conlleva una gran responsabilidad (esta vez el referente es Spiderman), no os guardéis vuestros talentos, que son muchos y ponedlos al servicio del cuidado del mundo y de los demás, especialmente de los más débiles, los que no han tenido tanta suerte como vosotros. En el cuidado del pequeño se mostrará vuestra grandeza.
- Aunque es inevitable a veces querer controlarlo todo, recordad que la vida es imprevisible, que la entropía es parte esencial de ella, y que en muchos momentos hay que confiar y seguir el consejo de María: “haced lo que El, él con mayúsculas os diga”
- Y apostad por la alegría hasta cuando os inunde la tristeza. Esa alegría profunda que nace de saberse amado. Y sabed que lo importante no es lugar donde compartimos la alegría, no es la plaza san Calixto sino las personas que tenemos al lado.
- Y cuando vengan mal dadas, que vendrán, cuando llueva, o jarree que decimos en Aragón recordad que no hay mejor paraguas ni mejor impermeable que el amor. Y sabed que en este cole se os ha querido, se os quiere y se os querrá y ojalá algún día pasado el tiempo cuando volváis a este cole nos digáis: “Sabes, todo empezó aquí”.