Con el claustro final cerramos el curso, nos despedimos entre risas pero también lágrimos, y damos gracias por lo vivido, y en este año de forma muy especial a todos los compañeros que se han incorporado como refuerzo para poder seguir ofreciendo una educación de calidad respetando las medidas sanitarias. Algunos de ellos no nos podrán acompañar el curso que viene, por eso la despedida es más dura, aunque esperamos que este no sea un adiós definitivo.